Objetivo: Comprender la importancia de los valores como guías para la conducta humana, diferenciándolos de los antivalores y reflexionando sobre las implicaciones de elegir "atajos" o "trampas" en la vida cotidiana
Los valores y los atajos
Conceptualización
¿Qué son los valores?
Para que comprendamos mejor el tema de los valores, vamos a empezar a hablar primero de los atajos y las trampas que forman parte de los antivalores. Cuando queremos llegar a un sitio, podemos encontrarnos con la posibilidad de escoger un camino más corto, que lo llamamos atajo. Supongamos que para llegar a tu casa te encuentras con dos posibilidades: un camino que es seguro, pero demasiado largo y otro que es más corto pero peligroso. ¿Cuál escogerías? Tal vez te parezca que el segundo es más divertido, lleno de aventuras y sobre todo que llegarás en menor tiempo. Esos son los caminos que llamamos atajos. Pero qué tal si un día, caminando por ese atajo, te encuentras con una serpiente que te ataca y pone en peligro tu vida. Entonces, ¿qué pensarías de ese camino? El primer camino, que es seguro pero largo, vamos a pensarlo como el camino de los valores, y el segundo, que es el atajo, vamos a pensarlo como el camino de las trampas, los atajos y los antivalores. Cuando tienes una evaluación en tu centro educativo, sabes que debes estudiar si quieres pasar bien la materia. Sin embargo, también existe la posibilidad de copiar, es decir, hacer trampa en dicha evaluación, y mediante esa estrategia sacar una buena nota, aunque inmerecida. Naturalmente, así es posible que logres tu objetivo, Pero entonces también te cuestionas acerca de lo que has perdido y qué razón tiene estudiar de ese modo. Aunque quieras aprender y mejorar tu conocimiento, hacerlo mediante fraude te aleja de cualquier buen propósito que te hayas trazado.
Responde las siguientes preguntas en tu cuaderno
1. ¿Qué piensas de los planteamientos anteriores?
2. ¿Cuáles son los atajos o trampas más comunes que empleas en tus evaluaciones?
3. ¿Qué pierdes cuando haces trampa?
Al principio, cuando haces trampa, piensas que has logrado tu objetivo de engañar a los demás. Pero en realidad te engañas a ti mismo. Cuando haces copia, no aprendes y el único que se perjudica eres tú mismo. De esta manera, al pasar a un curso superior empezarás a sentir las consecuencias de no haber estudiado, algo que van a notar también tus propios compañeros, quienes dejarán de confiar en ti y ya no te creerán.
4. ¿Crees que cuando haces trampa engañas a los demás?
5. ¿Qué piensas de perder la confianza de quienes te rodean?
Lo mismo te puede pasar con la vivencia de otros valores. La amistad exige respeto. Eso significa, por ejemplo, que no se debería hablar mal de un amigo. Hacerlo traicionaría la confianza que se tiene con esa persona y acabaría con la amistad. ¿No te parece? Pero podría pasar que entren en conflicto dos valores. ¿Qué harías si un amigo te pide que roben algo? ¿Lo harías o preferirías poner en peligro esa relación? Por supuesto, también existe la posibilidad de que le digas que hacer lo que te pide no solo no es correcto, sino que eso no es amistad desde ningún punto de vista. Imagínate una situación como la siguiente: tu familia le tiene mucha confianza a un amigo tuyo.
Tanto que le permiten entrar a tu casa y compartir con todos ustedes como uno más del núcleo familiar. Sin embargo, ustedes comienzan a notar con preocupación, que algunos objetos se están desapareciendo, hasta que descubren que quien se los está llevando es tu amigo. ¿Qué piensas de esta situación? ¿Te parece correcto el comportamiento de tu amigo, que además de robar traicionó la confianza que había depositado en él tu familia? ¿Qué piensas del robo? ¿Qué piensas de la honestidad? ¿Qué gana una persona cuando es honesta? ¿Qué pierde? ¿Realmente a quién se engaña cuando se procede así? El ser humano está en condiciones de trazarse metas y cumplir con ellas. Así como es capaz de decidir sobre su vida, también es responsable de la misma. Para tomar decisiones respecto a su comportamiento, el ser humano debe buscar el mejor camino para su vida y la vida de los demás. La conducta de los seres humanos debe guiarse por criterios éticos y morales. Eso que consideramos bueno se llama valor. Valioso es todo aquello que enriquece y proporciona bienestar a la vida de las personas y al entorno que las rodea. Mi vida se guía por mi voluntad. Si soy auténticamente libre, debo ser responsable de mis actos. La libertad implica responsabilidades. Cuando decido hacer algo, necesito tener presente que debo responder por mis actos y asumir sus consecuencias.
Los valores En nuestra sociedad escuchamos con frecuencia decir que los valores se han perdido, al chocar en nuestra cotidianidad con acciones que reflejan antivalores como la deshonestidad, la corrupción, la mentira, el maltrato y la violencia. Veamos otras definiciones y concepciones de los valores para entender mejor este concepto. Según Bernabé Tierno (1996) en su obra Guía para educar en valores humanos, “los valores son bienes preciados que nos llevan hacia la autorrealización”.
Los valores se viven en las acciones que realizamos como seres humanos. Ellos no existen con independencia de lo que hacemos, “y detrás de cada decisión, de cada conducta, se halla presente en el interior de cada ser humano la convicción de que algo importa o no importa, vale o no vale”. Son tan importantes los valores que llegan a conformar la personalidad de un individuo; de alguna forma somos lo que hacemos y actuamos según nuestros valores. Tierno (1996) sostiene que los valores auténticos asumidos libremente nos permiten definir con claridad los objetivos de la vida, nos ayudan a aceptarnos tal y como somos y a estimarnos, al tiempo que nos hacen comprender y estimar a los demás. Por eso, el cultivo de los valores hace que actuemos adecuadamente y seamos apreciados por la sociedad, por proceder según los valores aceptados en una comunidad. Los valores se aprenden en la vida social y son fundamentalmente acciones. En síntesis, los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su acción en el mundo: la solidaridad frente a la indiferencia, la honestidad frente al robo, el amor frente al odio. Los valores más importantes de la persona forman parte de su identidad, orientan sus decisiones frente a sus deseos e impulsos y fortalecen su sentido del deber ser. Los valores se aprenden desde la infancia y cada persona les da su propio sentido.
Cultivemos los valores
Las sociedades han ido identificando y definiendo cada uno de los valores. A continuación, encontrarás una serie de valores. Identifica aquellos que consideras importantes en tu vida cotidiana y escribe qué harías para cultivarlos, y en caso contrario, qué evitarías.
Qué piensas de…
Mi vida está rodeada de valores y responsabilidades.
6. Escribe los siguientes valores en tu cuaderno y responde las preguntas
Bibliografía:
Ministerio de Educación Nacional (2012). Ética grado sexto. Serie Secundaria Activa. Bogotá, Colombia: Dirección de Calidad para la Educación Preescolar, Básica y Media. ISBN: 978-958-691-502-1.
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